En las sombrías y enigmáticas horas del pasado 31 de octubre, el Instituto Profesional Chileno Británico de Cultura se transformó en un dominio de sombras y misterios, celebrando la ancestral tradición de Halloween. Este evento, más que una simple festividad, se convirtió en un puente cultural que conecta la rica herencia anglosajona con la vibrante energía de nuestra comunidad estudiantil, encarnando la biculturalidad que nos define.

El Centro de Alumn@s, en una sinergia escalofriante con el Departamento de Asuntos Estudiantiles (DAE), tejieron la trama de esta espeluznante jornada. La comunidad educativa fue convocada a sumergirse en un caldero de actividades, desde un concurso de disfraces y maquillaje hasta una pro-fondos que hizo palpitar los corazones más valientes.

La competencia se desplegó en tres categorías embrujadas: el disfraz individual más aterrador, el grupo de almas perdidas mejor caracterizado y el arte del maquillaje más sobrecogedor. Los ganadores, elegidos por votación popular en las sombras de Instagram, se alzaron como espectros triunfantes en la noche.

Celebrar Halloween es vital para nuestro IP Británico, pues no solo honramos una festividad llena de folclore y superstición, sino que también abrazamos la oportunidad de vivir la cultura anglosajona en carne propia, permitiendo que la biculturalidad se manifieste en su forma más lúdica y oscura.

Agradecemos a las almas caritativas que colaboraron en la venta de completos, cuyos fondos recaudados serán el sustento de futuros proyectos estudiantiles. Cada bocado fue un acto de valentía en medio de la atmósfera cargada de espíritus.

Las imágenes capturadas, que ahora compartimos, son un testimonio del ambiente electrizante que se vivió en la víspera de Halloween. Cada sonrisa entre las sombras, cada mirada oculta tras una máscara, habla de la alegría y el compañerismo que nos caracteriza.

Con el eco de las risas y los escalofríos aún resonando en los pasillos, extendemos una invitación para que el próximo año se unan a esta macabra celebración. Que el espíritu de Halloween siga vivo en el IP Británico, donde cada susto es un paso más en nuestro viaje bicultural. ¡Hasta la próxima Noche de Brujas, si se atreven!